“Quise emprender en algo que tenga un significado más allá de un negocio, que aporte algo bueno para la sociedad

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Veronica es la creadora de Beelight, velas de pura cera de abejas, eco friendly, sustentables y 100% naturales. La idea de este proyecto nació en el 2015 “y se fue formando de a poco en cuanto a concepto y productos”. La emprendedora cuenta que le demoró mucho tiempo tener los productos como quería en cuanto a calidad, variedad y presentación “y recién en el año 2018 comenzó informalmente la venta, una vez que vi que tenía buena recepción entre conocidos”. En el año 2019 abrieron la tienda online y las redes sociales.

“Beelight nació como un decante de aprendizajes y cambios de estilo de vida” explica Veronica. Desde que terminó el secundario hizo velas de parafina y luego de soja como pasatiempo, luego en el año 2015 decidió terminar con la vida corporativa porque ya no estaba alineada con sus necesidades “y quise emprender en algo que tenga un significado más allá de un negocio, que aporte algo bueno para la sociedad, pero no había asociado a las velas aún”. Vero a la par estaba emprendiendo un cambio de hábitos que incluyen una deconstrucción alimentaria, una mayor conciencia ecológica y se presentó – “como con cualquier item de nuestra vida que uno va incorporando todos esos aprendizajes y levanta la cabeza y mira todo a su alrededor con otros ojos”, – esas mismas velas que usaba y hacia podrían no ir necesariamente alineadas con los valores que iba modificando en su vida. Entonces se propuso hacer las velas más naturales posibles y con menor impacto negativo ecológico y en las salud de quien las prendia y comenzó una investigación para identificar cuales serian los mejores materiales para con que trabajar, considerando no solo el material en sí sino todos los procesos desde su obtención y los necesarios para su utilización, las consecuencias de cada estadio, además e incluyendo el momento de uso y término de vida.

“Algo tan simple resultó tener mucha información detrás”. Ese resultado fue que la cera de abejas es la cera más natural, no hacen falta agregados, con sus propios procesos, que tienen menor huella de carbon en todos los estadios, obtención y uso, que no afecta negativamente la calidad del aire que respiramos y no solo que no impacta negativamente en el medio ambiente sino justamente que al ser un subproducto de una actividad como la apicultura, que es responsable del 75% de los alimentos que llegan a nuestra mesa, es decir, que tiene un impacto positivo, y que además no necesita de agregados sintéticos para elaborarlas, tampoco necesita de extracciones petroleras, ni procesos de refinamiento, no tiene asociados monocultivos con pérdida de biodiversidad ni pesticidas asociados y sus consecuencias “entonces tuvimos un ganador por lejos: la cera de abejas” y la emprendedora también agrega un comentario “¿Sabían que las abejas fueron declaradas el animal más importante de la humanidad? En el año 2008. Fue resuelto por The Royal Geographical Society (la Real Sociedad de Geografía de Londres) y el Earthway Institute en conjunto, teniendo en cuenta que tan imprescindibles eran para la vida humana”.

La idea de ver siempre fue intentar hacer algo bueno, algo que no sea solo un sustento, un negocio, o algo que le guste hacer. “Eso solo no alcanzaba. La inspiración vino con todos estos cambios que se conjugaron en el momento que me pregunté: ‘y las velas a todo esto, ¿qué impacto tienen? ¿que implica cada material? Y a actuar en consecuencia de lo que mi investigación me diera como resultado, por complicado que parezca o que efectivamente, sea”.

Lo que diferencia a Beelight de otras marcas son los valores de vida que se comparten con quienes disfrutan de estas velas, “que saben y aprecian por que hacemos las cosas que hacemos y cómo las hacemos. Aprecian que seamos concientes con cada momento de elaboración, porque también ellos lo son, el profundo respeto por los materiales que nos da la Naturaleza, la utilización responsable de ellos, la elección del packaging FSC (manejo forestal responsable, creer en cada producto que hacemos y toda decisión se traduce en una forma de trabajar particular que requiere esfuerzo”. Vero explica que hay personas que ya conocían estas velas porque son las velas más viejas que existen “antes eran propias de la Realeza y la Iglesia por ser tan costosas, luego fueron reemplazadas por productos más económicos y con producciones industriales”. Hay gente que, como ella, fue aprendiendo de los ultraprocesados de la alimentación son en su mayoría un engaño del que “solo el aprendizaje y la información nos libera”. “Estos ultraprocesados y sus consecuencias (ecológicas y en la salud) están en todos lados, no sólo en la alimentación. Y resultó que también estaban en nuestras velas. Para quienes no las conocían, nos encontramos con la sorpresa de que las velas puedan tener un trasfondo que no conocían, porque está normalizado que no nos preguntemos de dónde vienen las cosas, y realmente es necesario que sea así, porque hay muchas cosas que ya no consumiríamos o dejaríamos de utilizar porque no estaríamos de acuerdo en la consecuencia ecológica o en nuestra salud, de su utilización. Hay que hacer una deconstrucción en cada aspecto de nuestra vida y abrir los ojos cada día un poquito más. Este, es un aspecto solamente”.

Vero explica qué hacer velas de cera de abeja no fue una tarea fácil porque tiene muchas particularidades. Sobre todo poder poner en funcionamiento una estructura que permita la elaboración en cantidades que aun siendo artesanales, permitan establecer un negocio. “Como suele decirse, 1% inspiración, 99% transpiración” La cera de abeja requiere mucho más trabajo, “y por cómo se hace en Beelight, la ocupación de saber de dónde viene y la selección de las mejores materias primas posibles”.

Vero, creadora de Beelight

El mayor logro de Beelight fue la recepción de la gente. La emprendedora analiza que “el hecho de haber apostado todo a un producto que en Argentina no se veía, haber sorteado todas las dificultades técnicas y conseguir un producto que gusta, que entienden y cuya dedicación en cada paso aprecian y vuelven a elegir es una gran satisfacción”. No se esperaba ninguno de los comentarios que recibió, sobre distintos productos o en general de la marca. “Creo que a veces uno tiene puesta la energía en lograr un objetivo, en que salga todo bien y por supuesto en la recepción, pero no en las palabras que llegan como feedback. Creo que es lo más inesperado, y lo mas lindo”

Un consejo para alguien que quiera emprender

Le diría que crea mucho en lo que quiere, que si está convencido y cree en su producto, que entregue todo, que lo peor que puede pasar es no intentarlo”.