“Emprender es una montaña rusa, pero la subida es espectacular”

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Julieta Morresi, la creadora de Coloreada, ginger ale una bebida probiótica, agroecológica y natural nos cuenta su historia, los caminos que la llevaron a emprender y cómo lo vive.

Julieta estudió nutrición y bromatología, hizo algunos años de la carrera de chef y tiene un master en metabolismo de investigación. La historia de Coloreada, que “el nombre es así porque soy pelirroja”, comenzó cuando volvió de Barcelona, estaba sin trabajo y fue a un restaurante con una amiga y probó el ginger ale

El ginger ale es una gaseosa natural y artesanal a base de jengibre, fuente de probióticos con muy poco contenido de azúcar inicial que además, es consumido por las bacterias ácido lácticas.

“Me pareció espectacular la bebida, no podía creer lo que estaba tomando y decidí que lo iba a hacer” ahí fue cuando su amiga le recomendó que investigara, que era una bebida poco común. 

“Empecé haciendo jugos en frío con mi máquina, jugos de zanahoria, de manzana así todo muy natural, detox. Mechi la dueña del estudio donde hacía yoga me ayudó mucho y me dejó venderlos ahí”. Julieta aprendió a fermentar, primero le vendía a sus amigos “que me hicieron mucho el aguante”, expresa. Así comenzó Coloreada. 

Julieta con su producto

Su primo Lucas, diseñador gráfico fue el que le hizo todo el diseño y las etiquetas. “A la gente siempre le llamó muchísimo la atención el diseño, la verdad es que Lucas me dio un empujón terrible porque el producto te llama la atención por como luce, siempre” explica la emprendedora. 

Un día la llamaron del restaurante Saigon que les interesó el producto y de felices las vacas que lo querían distribuir “ahí pude dar el salto de pasar de hacerlo en mi casa a hacerlo en una fábrica y poder habilitarlo por completo”. En este momento lo que hace Julieta es pagarle el fasonado a una fábrica, “ellos me hacen el producto porque tienen el RNE y el RNPA que es muy difícil de conseguir. Con esto yo pasé de hacer 500 litros por mes a 2500”.

Hace un tiempo un amigo de Julieta le mandó un mail diciéndole “acá esta tu plata”. Era el pdf con el Pack de Reactivación Económica. “Me emociono todavía, aplique, fue durísimo, muchos pasos que seguir. Era una convocatoria del gobierno para pequeños emprendimientos y yo cumplía con todos los requisitos: ser monotributista hace menos de un año, tener certificado de mini pyme y se fueron dando las cosas y en un año y medio me acabo de ganar un pack de emprendedores para poner mi fábrica que todavía no lo puedo creer”

Julieta con su producto

Todo esto lo hizo sola hasta el día de hoy – con su mama y su tío que la ayudaron económicamente como podían – “esto que me gane me va a ayudar un montón porque voy a poder desarrollar otros productos como kéfir, kombucha, yo soy chaqueña así que quiero empezar a hacer chipa, quiero sacar leche vegetal. Todos productos libres de agrotóxicos y naturales”.

¿Qué te inspiró a la hora de empezar a emprender?

“Mi amiga Dani, la fermentadora. Somos amigas desde el 2014. Me dijo un día que vaya a su casa que le iba a enseñar a fermentar a un amigo y que me iba a divertir. Ella fue la que me dio el empujón, que me dijo que nadie hacía ginger ale. Me vio en un momento de crisis muy grande yo tenía dos títulos y no conseguía trabajo” cuenta Julieta muy emocionada. “Mechi la dueña del estudio de yoga que además de dejarme vender ahí me prestó la heladera. También la desesperación de no tener nada fue lo que me incentivo a ir por otro lado. Básicamente todo me inspira, cambiar de paradigma desde el punto de vista nutricional que me interesa muchísimo, Lucas con las etiquetas, Dani la diseñadora gráfica que me ayudó con todo lo que es comunicación, la chica que me hace las fotos que es una genia” nombra la emprendedora. 

Julieta con su amiga Dani, la fermentadora. 

“La verdad que coloreada es un proyecto 100% mío, la idea, todo. Pero ayudada por una enorme cantidad de gente que trabajó sin pedirme nada a cambio”

¿Qué tiene Coloreada que la diferencia de otros productos?

“Mi producto tiene dos puntos de vista buenos: es una gaseosa que tiene poca cantidad de azúcar y es realmente rica y un producto probiótico con un montón de vitaminas, poca cantidad de hidrato de carbono, productos naturales. Cuenta que su idea es generar una línea de alimentos saludables a medida que vaya creciendo, no solo para la venta al público sino también que funcione bien en restaurantes y cafés. “la gente pide cada vez más una alternativa saludable, así fue como entramos a Saigon porque a Pablo el dueño le pedían una gaseosa o bebida no procesada”

Un consejo para aquellos que quieran arrancar a emprender:

“Emprender es una montaña rusa pero la subida es espectacular”