Nikola Tesla: el emprendedor que renunció a todo por ver su sueño hecho realidad

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¿Cómo se convirtió Nikola Tesla en uno de los más grandes genios de la historia?

Emigrando en búsqueda de oportunidades

En junio de 1884, un joven inventor de origen serbio llegó a Nueva York proveniente de la ciudad de París en busca de una oportunidad para trabajar con Thomas Alva Edison, uno de los inventores más exitosos y reconocidos de América en la época.

Este joven inventor era Nikola Tesla, quien llegó a Estados Unidos a la edad de 28 años con nada más que 4 centavos en moneda americana, un libro de poesía y una carta de recomendación que decía:

“Conozco a dos grandes hombres, y usted es uno de ellos. El otro es el joven portador de esta carta.”

La carta fue escrita para Thomas Edison por Charles Batchelor, el jefe anterior de Tesla en la Continental Edison Company, empresa para la que trabajaba en París.

Al percatarse de la tremenda capacidad inventiva del joven, Batchelor no dudo en recomendarle que emigrará a la creciente economía norteamericana de finales del Siglo XIX.

Gracias a la carta de recomendación, Tesla consiguió trabajo como ingeniero eléctrico en la Edison Machine Works, ayudando a resolver algunos de los problemas de la compañía. Sin embargo, las ideas desafiantes de Tesla y los celos profesionales su nuevo jefe, hicieron que esta relación laboral durara poco.

Durante el tiempo que Tesla trabajo para Edison, demostró en varias ocasiones ser una persona brillante. En 1884, por ejemplo, las dinamos que la compañía de Edison había instalado en el SS Oregon, se dañaron; lo que retrasó la salida del buque de Nueva York.  Tesla se presentó como voluntario para realizar la reparación, y estuvo trabajando toda la noche, logrando hacer funcionar de nuevo las dinamos, gracias a lo cual recibió las felicitaciones de Edison a la mañana siguiente.

Otro de los momentos más destacados de esta etapa de la vida de Tesla, fue la ocasión en que Edison le pidió que le ayudara a mejorar el rendimiento de los generadores de corriente continua que su compañía había diseñado, ofreciéndole una bonificación de $50 mil dólares (equivalentes a más de un millón de dólares actuales) si lo lograba. El joven, motivado y ansioso por demostrar su talento, puso manos a la obra y rediseño los generadores haciéndolos mucho más eficientes. Cuando Tesla fue a ver a Edison para cobrar su recompensa, éste le dijo: “Tesla, usted no entiende nuestro humor estadounidense”, haciéndole entender que lo de la bonificación era sólo una broma y rompiendo así su palabra.

  

Renunciando a aquello que le impedía trabajar en sus ideas

A pesar de su evidente talento y capacidad, muchas de las ideas de Tesla iban en contra de las ideas y de la visión de Edison, por lo que jamás hubo una perfecta sintonía entre los dos.

Lleno de frustración al ver que sus ideas y talento no eran valorados, tomó la decisión de renunciar a su trabajo y a su salario para aventurarse a iniciar su propia compañía.

Lleno de motivación porque al fin tendría la libertad para enfocarse en desarrollar sus proyectos, pero con muy poco dinero para hacerlo, Tesla se vio obligado a trabajar temporalmente cavando zanjas para la compañía de Edison; así reunió algo más de dinero para dar el siguiente paso en su carrera.

En 1886, Tesla fundó su propia compañía, la Tesla Electric Light & Manufacturing. Sin embargo, los primeros inversores no estuvieron de acuerdo con sus planes para el desarrollo de un motor de corriente alterna y finalmente lo relevaron de su puesto en la compañía.

Devastado por este fracaso, Tesla trabajó como obrero en Nueva York de 1886 a 1887 para mantenerse y reunir capital para su próximo proyecto.

En 1887, construyó un motor de inducción sin escobillas, alimentado con corriente alterna y lo presentó el siguiente año en el American Institute of Electrical Engineers. En el mismo año, desarrolló el principio de su bobina de Tesla, y comenzó a trabajar con George Westinghouse en la Westinghouse Electric & Manufacturing Company’s, mostrándole sus ideas sobre sistemas polifásicos, que podrían permitir la trasmisión de corriente alterna a larga distancia.

La guerra de las corrientes: Edison vs Tesla

Por aquel entonces, la demanda de energía eléctrica crecía en Estados Unidos, pero la tecnología utilizada para proveer el servicio era la corriente directa de Edison, quien contaba con el apoyo de J.P. Morgan. Tesla, por su parte, consideraba que la corriente directa era demasiado ineficiente y costosa, por lo que junto a Westinghouse se plantearon el reto de abastecer a todo el país con corriente alterna.

La corriente alterna de Tesla demostró rápidamente ser muy superior al sistema de corriente continua estándar de Edison. La corriente alterna no solo podía producir voltajes significativamente más altos, sino que además podía transmitir esa energía eléctrica a distancias más largas y a un costo mucho menor que la corriente directa.

Edison, guiado por el temor de ver caer el imperio que estaba construyendo, inició una campaña de desprestigio en contra de la corriente alterna, electrocutando animales y personas en público usando generadores de corriente alterna fabricados por la compañía de Westinghouse, con el objetivo de mostrar lo peligroso que resultaba la tecnología propuesta por su rival.

El enfrentamiento entre las compañías eléctricas por dominar el mercado y una caída en la economía que tuvo lugar por aquella época, traerían consecuencias negativas para ambos competidores; sin embargo, la compañía de Edison contaba con el dinero y el poder de J.P. Morgan, por lo que pudo mantenerse en pie sin problema; mientras que la compañía de Westinghouse quedó al borde de la quiebra y con pocas opciones de sobrevivir.

Ante la difícil situación económica que atravesaba la compañía, George Westinghouse citó a Tesla para proponerle reducir o rescindir temporalmente de sus regalías para permitir que la compañía saliera a flote nuevamente.

Para sorpresa de Westinghouse, Tesla rompió el contrato original en el acto y renunció por completo a sus regalías, salvando así de la bancarrota a Westinghouse Electric. Para Tesla era mucho más importante el impacto que su invento traería para la humanidad, que todo el dinero que pudiese ganar con sus patentes.

Sin el costo del pago de las regalías a Tesla, la compañía de Westinghouse logró atraer nuevos inversionistas para continuar sus operaciones.

Un mundo iluminado con la corriente alterna de Tesla

Gracias a un par de movimientos estratégicos de Westinghouse, su compañía obtuvo el contrato para iluminar la Feria Mundial de Chicago de 1893, uno de los eventos más importantes del planeta. El evento contó con más de 27 millones de asistentes que presenciaron el encender de más de 200 mil bombillas eléctricas frente a sus ojos. La feria fue el escaparate perfecto para que el mundo entero atestiguara los beneficios de la corriente alterna de Tesla.

Luego de la feria, Westinghouse Electric & Manufacturing Company’s ganó la licitación para alimentar la central eléctrica de las cataratas del Niágara, el más ambicioso proyecto de generación de energía eléctrica de la época. Gracias a esta victoria, la corriente alterna de Tesla se convirtió en el estándar y comenzó a expandirse por el mundo entero.

Actualmente, la corriente alterna de Tesla sigue iluminando al mundo entero y su legado es invaluable. Los aportes de Tesla a la humanidad son más trascendentes de lo que muchos piensan. En total, se le atribuyen más de 300 patentes registradas a lo largo de su vida. Sus inventos y descubrimientos fueron la base de grandes desarrollos de su época y de épocas posteriores; y se le considera como el “padre de la segunda revolución industrial”, gracias a su influencia en áreas como el electromagnetismo, radiofrecuencia y telecomunicaciones, entre otras.

El legado de Tesla

Los últimos años de la vida de Tesla transcurrieron en la absoluta soledad y pobreza, debido a que todo el dinero que había ganado lo invirtió en costosos proyectos que resultaron fallidos.

Así concluyó la vida de un emprendedor que renunció a todo lo que se interpuso en el camino de sus sueños: emigro alejándose de su familia en busca de grandes oportunidades, renuncio a su empleo para poder trabajar en sus proyectos y renuncio por completo a varias de sus patentes para que sus inventos pudiesen beneficiar a la humanidad.

Vale la pena preguntarnos: ¿Qué tanto estamos dispuestos a sacrificar por nuestros sueños? ¿Qué estamos haciendo hoy, que sea más importante que el dinero? ¿Cuál es el legado que queremos dejar en este mundo?

Nikola Tesla murió en 1943 a la edad de 86 años en la habitación de un hotel en Nueva York, pero su historia trascendería e inspiraría a nuevas generaciones de emprendedores como Elon Musk y Larry Page, quienes aseguran ser grandes admiradores de Tesla y sus logros.

En palabras del propio Tesla:

«El científico no tiene por objeto un resultado inmediato. Él no espera que sus ideas avanzadas sean fácilmente aceptadas. Su deber es sentar las bases para aquellos que están por venir y señalar el camino.»

Grandes palabras de un genio con ideas bastante adelantadas para su época, pero que dedico su vida a construir un mundo mejor.