Aina Bakery: la diseñadora que combina su profesión con lo que ama

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Romi es la creadora de Aina “Pastelería creativa”, se describe en Instagram. Ella es diseñadora gráfica, y con su amor por la pastelería y el diseño creó su marca hace más de 10 años.

En su momento trabajaba en una imprenta “la verdad no la pasaba muy bien”, cuenta la emprendedora. Veía que tenía mucho potencial con el tema de la pastelería pero no le daba mucha importancia. Hasta que en un momento una amiga le dijo que debería hacer tortas para vender y así empezó. En el ínterin también cambió de trabajo, se fue a vivir a Capital, empezó a trabajar en un lugar de sublimación pero tampoco se sentía muy cómoda en el rubro. “Estaba desanimada, no me sentía valorada y entonces un día dije ‘renuncio y empiezo a darle con mas polenta a lo que es Aina’, busque un trabajo de medio tiempo que me pueda cubrir los gastos e inversiones que al principio es difícil”. Entonces hizo exactamente eso, lo hablo con su novio en ese momento, hoy marido, que necesitaba salir de empresas que no la valoran. “Económicamente tampoco era una diferencia muy grande”, agrega.

“Yo la verdad es que le pongo mucha atención a mi producto, y es lo que más me gusta, entonces en se momento dije me lanzo y me abrí un Facebook y empecé a publicar alguna de las tortas que hacía, que me pedían los amigos de mi hermano, mi familia y demás y a raíz de eso todos me empezaron a recomendar”. Ahí se dio cuenta que tenía un buen producto y fue lo que la impulsó para empezar a ponerle más energía y fuerza. “En ese momento creo que al año salió Instagram y empecé a subir cosas, ingenuamente pensando que no iba a crecer, pero mediante las redes y el boca en boca empecé a crecer”.

Lo que la inspiró a seguir este camino más que nada fue su amiga, que le dio mucha fuerza y después también ver la repercusión que tenía su producto con la gente. “Yo hacía una torta y después de ese evento mucha gente me llamaba. Uno busca un poco la aprobación del otro, pero igual siempre fui muy segura de decir que esto era lo que quería hacer”.

Cuando Romi empezó a capacitarse, en ese momento no había ni cursos ni carreras que tengan que ver con la decoración de tortas en Buenos Aires, entonces se puso a ver tutoriales en YouTube y a probar. “Por suerte tuve muchos familiares y amigos que me dejaban probar con sus tortas. Generar desde ahí unos cimientos es muy importante porque vas generando el apoyo de tus conocidos y eso es una gran herramienta. Para mi fue muy importante el apoyo de todos. Empecé a capacitarme y probar, falla y error y después me empezaron a no fallar las cosas y salirme cada vez mejor”. En una época Romi tenía amigas que viajaban a Estados Unidos entonces le conseguían cosas que en Argentina no existían “gracias a esas cosas yo pude ir perfeccionándome en lo que hacía”. 

Su mayor logro fue fundamentalmente haberse capacitado por sí misma “cuando iba a los cursos me daba cuenta que sabia todo, sacaba uno o dos datos pero la verdad es que me había capacitado lo suficiente para hacer todo sola. Haber probado, haber creído en mí misma y haber terminado con un producto que yo vendo hoy en día porque me gusta es mi mayor logro”.

Lo que diferencia a Aina y lo que Romi siempre trata de mantener es primero una atención personalizada con cada uno de los clientes “yo me acuerdo de todos los clientes que tengo, me gusta que generemos un vínculo en el que el cliente pueda confiar en mí para que el día de mañana no me mande una foto de Pinterest para copiar sino que yo pueda hacerle un diseño porque al ser diseñadora gráfica me gusta mucho crear modelos distintos” También tiene esa posibilidad, que también marca un diferencial, la visión y la creatividad hace que tenga un plus, para que la torta siempre sea distinta. “La devolución que recibo es hermosa, porque siempre me mandan mensajes de que se sienten bien con los productos, que son ricos, que me recomiendan a full, la verdad que siento que eso es como mi mayor pilar. Primero charlar, llegar siempre a un acuerdo entre lo que a mi me gustaría hacer, porque no quiero dejar de lado que a mi me gusta diseñar, con lo que quiere la persona que lleva el pedido”. Además, de eso siempre busca la forma para que todos tanto el cliente como ella estén a gusto con el producto y el servicio. “La verdad es que en 10 años no tuve una sola queja. Siempre he tenido muy buenas devoluciones y el tiempo me ha demostrado que lo principal es eso, no solo tener un producto distinto pero también tener ese vínculo y esa confianza”, cuenta la emprendedora. 

“La dificultad que tuve más que nada es el país, no es fácil el tema de los impuestos, el monotributo, toda la parte del papeleo y demás, es difícil. Uno sale perdiendo bastante y entonces no puede darle tanto valor económico al producto. A veces también lo que más me traba es el envío de los productos o la parte administrativa, porque todo lo demás es un producto de cero que lleva mucho tiempo”, explica.

 

Lo que no se esperaba Romi cuando empezó este proyecto fue la repercusión. “He tenido personas que me han mandado fotos de lugares que reconocían mis tortas”. También le sorprendió mucho que hace unos años quedo contratada por PolKa. “Hice tortas para Fox, para series de PolKa, para Millenials de Netflix. Como cuando un día me llamaron para hacer una torta para Soy Luna, no lo podía creer” No se esperaba que del boca en boca llegara a esas situaciones. “Ver a Adrian Suar comiendo una torta mía me pareció una locura”.

Un consejo para alguien que quiera empezar a emprender

“Básicamente capacitarse, por más de que uno no vaya a desarrollar esa tarea en su emprendimiento lo más importante siempre es saber. Delegar también es una de las cosas más importantes, no tratar de llenarse de cosas. Darle polenta a tus fuertes y no quedarse en querer hacer un millón de cosas para después que el resultado sea terminar cansado”.