Grido: sabores de barrio

, ,

Bajo el sol implacable de una tarde porteña, el inconfundible aroma del helado Grido se extiende por las esquinas como una promesa de alivio. Los transeúntes se detienen ante el mostrador azul y amarillo, compran su cucurucho “económico” y siguen de largo sin imaginar que aquel manjar accesible nació en plena crisis de inicios de los 2000, en un humilde local de barrio Alto Alberdi, y que hoy forma parte de un imperio de franquicias en cinco países.

Primeros pasos en Córdoba

La saga comenzó con Lucas Santiago, un emprendedor cordobés que en los años veinte del siglo pasado distribuía helados de la vieja marca Laponia. Sus hijos heredaron esa pasión y montaron una fábrica de cucuruchos para abastecer a heladerías artesanales de la región. En 2000, los hermanos Santiago decidieron dar el gran salto: lanzar su propia marca de cremas heladas “premium accesibles”. La bautizaron Criko, pero un conflicto de marca los obligó a cambiar dos letras al vuelo. “Así nació Grido, como quien pivotea una idea en plena crisis”, recuerda Celeste Santiago, la única mujer de la cuarta generación de la familia.

La crisis como trampolín

Cuando el país llegó al colapso de fines de 2001, muchas heladerías artesanales echaron el cierre, pero los Santiago vieron el derrumbe como oportunidad. Con mano de obra propia y sin exigir canon, inauguraron cinco locales piloto y ofrecieron la franquicia a amigos y vecinos: quien gestionara bien, pagaría; quien no, simplemente no renovaba. Este modelo de riesgo compartido fue el impulso inicial para alcanzar 50 sucursales en un año, mientras el consumo per cápita de helado ascendía de 3 a 7 kilos anuales.

La planta industrial y la capacidad de producción

Para sostener el ritmo, en 2006 Helacor inauguró su planta insignia en el Parque Industrial Ferreyra de Córdoba. En 17.000 metros cuadrados cubiertos, equipos automatizados controlan pasteurización, homogeneización y limpieza CIP, y un laboratorio interno verifica cada lote mediante análisis físico-químicos y microbiológicos. La capacidad de procesar 25.000 kilos de helado por hora sentó las bases de un récord de 70,4 millones de kilos producidos en la temporada 2017–2018 y permitió mantener 66,1 millones en 2019–2020, pese a una inflación elevada.

Dominio y expansión de franquicias

Hoy, Grido reúne más de 1.920 franquicias distribuidas en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Perú. En territorio nacional existen alrededor de 1.678 locales, de los cuales 579 están en Buenos Aires, 238 en Córdoba y 186 en Santa Fe. Con un 62,3 % de la cuota de mercado local, se erige como la cuarta cadena de heladerías más grande del mundo y la primera de Sudamérica en volumen.

Choque con las heladerías artesanales: la “guerra del helado”

El avance masivo provocó resistencias. En Rosario, la cámara de heladeros artesanales impulsó una ordenanza para limitar a cuatro la cantidad de locales de una misma cadena por distrito. Para Celeste, aquella batalla demostró que el mercado podía absorber más oferta: “Hasta en la recesión la gente piensa: ‘Me privo de muchas cosas, pero este helado todavía me lo puedo dar’”.

Competencia en el mercado

El emprendedor argentino tiene hoy varias opciones:

  • Crème Riche, con inversión mínima de 17.000 USD y 38 sabores para competir en precio y calidad artesanal.
  • Freddo y Persicco, con apuestas premium (30.000–80.000 USD de canon) y márgenes del 12 % al 18 % anual.
  • Helados Daniel, con 45 años de trayectoria, entrada de 35.000 USD y regalías del 2 %, promete recuperación en 20–24 meses.
  • Cumbre Nevada y Sei Tu, modelos “low cost” de entre 7.900 y 20.000 USD de capital inicial.

Innovación, diversificación y digitalización

Grido fue pionera en 2010 con su plataforma propia de pedidos online y luego se alió a apps de delivery. En 2014 amplió su oferta con Frizzio—pizzas, empanadas y postres helados—y en 2024 lanzó una línea de frutas congeladas bañadas en chocolate. Además, experimenta sabores bajos en azúcar, envases biodegradables y programas de lealtad vía app para mantener la cercanía con el cliente.

Internacionalización y adaptación regional

La expansión externa comenzó en 2015 con Paraguay, siguió en Uruguay y aterrizó en Chile en 2017. Cada mercado impuso su idiosincrasia: menta granizada en Uruguay, formatos de tarrina en Chile y sabores tropicales en Paraguay. Estos ajustes elevaron el consumo per cápita hasta 7 kg en Argentina y 9 kg en Uruguay.

Filosofía y legado de los fundadores

“Un emprendedor siente la pasión en lo que hace; lo demás es trabajo que se aprende”, afirma Sebastián Santiago. Celeste agrega: “No perdemos la cercanía con el cliente: seguimos probando sabores de barrio, celebrando cada nueva franquicia como si fuera la primera”. Ese equilibrio entre tradición y estandarización define la identidad de Grido.

Desafíos y hoja de ruta hacia 2030

El reto es equilibrar calidad y precio, preservar uniformidad sin sacrificar frescura y renovar la carta con ediciones limitadas (frutas del bosque, helado vegetal). Con una inversión proyectada de más de 70 millones de USD en su planta hasta 2027, la apertura de 50 nuevas franquicias en 2024 y el Master Plan 2030, la familia Santiago continúa convencida de que, aun en los inviernos más duros de la economía, siempre habrá espacio para un placer congelado que haga más llevadera la vida cotidiana.