Legión Extranjera: Las tres hermanas detrás del fenómeno «Legión»

“El mundo del retail tiene sus leyes, pero el digital aún está inexplorado”, opina Sara Estrada, dueña, junto con sus hermanas Agustina y Victoria, de Legión Extranjera, una marca que hace “mochilas funcionales”, como las definen ellas. “En el digital tenés que hacer mediciones y análisis constantemente”, sigue Sara. “Es la única manera de hacer correcciones y crecer: siendo a la vez estructurado y dinámico. Eso fue lo que nos atrajo”.

De esta manera fundamenta la decisión de que Legión Extranjera sea una empresa totalmente digital. De hecho, cuando tuvieron un pop up store en el Alto Palermo shopping, cobraban sólo a través del celular, lo que lo convirtió en el primer local cash free del país. “En tres meses desde diciembre de 2016 facturamos ahí $1,5 millones; pero lo cerramos porque si bien crecimos mucho en volumen, no estaba clara la rentabilidad”, explica Sara, que es economista. “El canal online es el que tiene más rentabilidad, seguro”.

Como las tres hermanas se movieron “toda la vida en bici”, incluso a veces, según los periplos, subiéndola al tren, estaban acostumbradas a ir “con la mochi” a todos lados. En 2014 discernieron que este uso de las mochilas se había convertido en tendencia: en vez de una cartera-bolso para ir al trabajo, una mochila para ir después al gimnasio y una carterita para una reunión a la noche, usar un único equipaje que sirva para todas las actividades del día.

Agustina (graduada en Administración de Empresas) iba a irse a vivir a Salta, de modo que las hermanas pensaron en generar un trabajo en conjunto, que les permitiera seguir en pos de sus sueños personales a la vez que mantener cercano el vínculo entre ella y las dos que se quedaban en Buenos Aires.

Muchos emprendedores dicen que su inversión inicial fue “cero”: en este caso, es cierto. El tradicional vía crucis en busca de un tallerista que les confeccione partidas mínimas terminó, en el caso de Legión Extranjera, con el hallazgo de Shimoda, la fábrica de la familia Diamante en Barracas, que se convirtió en “nuestro socio en la producción”, en palabras de Sara. Intervinieron los saberes de Victoria, que es diseñadora industrial; le entregaron a la fábrica un prototipo pero ningún material, y Shimoda les devolvió 300 mochilas hechas, en consignación. Era fines de 2014.

“Dijimos ‘vamos a venderlas online’, y ya nuestro segundo pedido fue de 1.800”, repasa Sara. “Ahí fue cuando nos encontramos con el ecosistema de Mercado Libre, que es nuestro segundo socio estratégico por ser muy generoso como partner”, agrega. “Nos capacitamos con ellos, llegamos a ser caso de éxito de ellos y seguimos trabajando en equipo con ellos porque nos dan mucha flexibilidad”.